I. I was on retreat last week at St. Mary’s Abbey, a Benedictine monastery in Morristown, New Jersey—safely tucked away when the clergy sex abuse scandal in this country became an even sorrier spectacle with the Pennsylvania revelations, the discoveries concerning Cardinal McCarrick, and the highest level of Church authorities accused by other Church authorities of massive cover-ups. I regretted not being with you last weekend when this sad news broke. So today, I’d like to share a few thoughts on the situation.
II. A brother priest of mine, who describes himself as deeply saddened and dismayed, writes,
I don’t think it’s possible to overstate the depth of the crisis facing the Church in the United States—a crisis borne of abuse of power, clericalism, careerism, an absence of accountability, and immorality.
Deeply saddened and dismayed, yes, but also mad. I want someone to say, “I screwed up. I’m taking responsibility for what I did and didn’t do. It’s my fault and I’m sorry.” I’m also waiting for someone to say, “Here’s a proposal for a path forward.”
III. Here’s one way that we can offer a proposal for a path forward. We are planning a gathering for what we are calling a “Wisdom Circle” on Saturday, September 22, from 9:00—11:00 AM here at Ascension. It will provide a safe space, a sanctuary for us to share and discuss our thoughts and feelings surrounding the current crisis. We’ll forward our comments and conversation to Archbishop Hebda and other Church leaders. Although we might wish to take Jesus’ harsh words to the hypocritical leaders in today’s gospel and hurl them at a hypocritical priest or bishop, or some other scribe or Pharisee, that isn’t enough. At the same time that we voice our concerns, we have to claim the responsibility and wisdom to propose a way forward through this crisis: a way forward for Church leaders, but also a way forward for us.
IV. And this is the source of our wisdom: the Spirit who speaks through you by virtue of your baptism. All religious practice and practices must be subordinated to knowing Christ Jesus and embodying him in the world. We cannot allow religion to get in the way of God. No person, no thing, no rule—yours, mine, or theirs—nothing can replace Jesus Christ as the object of our faith and the source of our worship. When religion gets in the way of God, when it is shaped and misshaped to cater to personal preferences and positions, religion becomes idolatry. “Pure religion,” St. James says today, is care for the widow and orphan, the poor and vulnerable—and for those of us here at Ascension, I would add the care and protection for the immigrant. “True worship” empowers us for compassion and service and truth. Again, St. James:
“Humbly welcome the word that has been planted in you that has the power to save your souls…and be doers of this word.”
Be doers of that word that has been planted in you.
Español
I. Cada año, necesito dejar todo y renovarme por medio de un retiro personal. La semana pasada estuve en Saint Mary’s Abbey, un monasterio benedictino en Morristown, New Jersey, cuando el escándalo de abuso sexual del clero en este país se convirtió en un espectáculo más lamentable. Un informe acerca de la crisis en el estado de Pennsylvania reveló que el más alto nivel de las autoridades de la Iglesia son acusados por otras autoridades de la Iglesia de enormes encubrimientos. Por el otro lado, las mismas autoridades dicen que no supieron nada. El día de hoy, me gustaría compartir con ustedes algunas reflexiones sobre la situación.
II. Un sacerdote que conozco, quien se describe a sí mismo como profundamente entristecido y consternado, escribe,
Creo que no es posible exagerar la profundidad de la crisis que enfrenta la Iglesia en los Estados Unidos—una crisis que es el fruto del abuso de poder, el clericalismo, el arribismo, la ausencia de responsibilidad, y la inmoralidad.
Yo también estoy profundamente entristecido y consternado, pero también enojado. Estoy esperando que alguien diga, “Estoy tomando la responsabilidad de lo que hice, o no lo hice. Es mi culpa y lo siento”. También estoy esperando que alguien diga, “Aquí hay una propuesta para que caminemos adelante”.
III. Me gustaría proponer una forma en que nosotros podamos caminar adelante. Aquí en la Ascensión, vamos a reunirnos para lo que estamos llamando un “Círculo de Sabiduría” el sábado 22 de septiembre, de 9:00 a 11:00 a.m. Proporcionará un espacio seguro, un santuario, para que todos puedan compartir y discutir nuestros pensamientos y sentimientos sobre la crisis actual. Después, mandaremos las notas de nuestra conversación al Arzobispo Hebda y otros líderes de la Iglesia.
Quizás pudiéramos querer que las palabras duras de Jesús a los hipócritas líderes en el evangelio de hoy sean dirigidas a un sacerdote u obispo hipócrita aquí hoy en día, pero eso no es suficiente. No solamente tenemos que expresar nuestras preocupaciones. También, tenemos que reclamar la responsabilidad y sabiduría para proponer un camino hacia adelante a través de esta crisis: un camino para los líderes de la Iglesia, y también un camino para nosotros.
IV. Y ésta es la fuente de nuestra sabiduría: el Espíritu, el Espíritu Santo, que habla a través de ustedes en virtud de su bautismo. Toda práctica religiosa y las prácticas religiosas deben estar subordinadas a conocer a Cristo Jesús y encarnar a él en el mundo. No podemos permitir que la religión se obstaculiza el camino de Dios. Ninguna persona, ninguna cosa, ninguna regla—la suya, la mía o la de ellos—nada puede reemplazar a Jesucristo como el objeto de nuestra fe y fuente de nuestra adoración. Cuando la religión se obstaculiza el camino de Dios, cuando es moldeada y deformada para satisfacer sus preferencias personales y posiciones, la religión se convierte en idolatría. “La religión pura”, Santiago dice hoy, es cuidar de la viuda y el huérfano, los pobres y los vulnerables—y yo añadiría el cuidado y la protección del inmigrante. “La adoración verdadera” nos faculta para la compasión y el servicio. De nuevo, San Santiago:
“Acepten dócilmente la palabra que ha sido sembrada en ustedes y es capaz de salvarlos …pongan en práctica esa palabra”.—esa palabra.