When St. Paul penned his lyrical ode to love, he didn’t have starry-eyed brides and grooms in mind nor an impending Valentine’s Day. It was written for a very messy church community in Corinth, with their feuding, factions, and finger-pointing.
It was all Jesus’ fault. Already with his inaugural address, Jesus’ listeners were furious. He says that God’s love and mercy reach beyond the Israelites to the Gentiles. So radical, so inclusive was the love Jesus preached and practiced, that they wanted to hurl him over a cliff. Modern-day messengers incite similar reactions when they suggest that God’s love and mercy is equally available to Christians, Muslims, Jews and atheists, the rich, the poor, Republicans, Democrats, Trumpers, Catholic priests even.
Wherever there are human beings, there are and always will be differences, disagreements, and divisions. The answer is not to pretend they don’t exist or hope they just go away, but to find a way to coexist in them in love. What an incredible opportunity we have here at Ascension. With our varied cultures, languages, ethnicities, histories, and perspectives, we can demonstrate the heritage of love we have been entrusted with: not locked in our separate orbits, but seeking a deep and true communion amid our deep and true diversity. The gift that Ascension offers the weary world is the unrelenting day-in-and-day-out effort to live the “more excellent way.”
So how does a deeply and truly diverse, a loving multicultural Church community “be?” For reasons philosophical, pastoral, and practical, we currently celebrate Eucharist bilingually, in Spanish and English. In our recent Synod discussions, and at other times, the question has been raised whether bilingual Masses best serve our community and all its members. To help me and our parish leadership discern the way forward, we are asking you today to take a few moments to respond in writing to two questions:
- 1) How does our bilingual worship nurture your prayer?
- 2) How does our bilingual worship present obstacles to your prayer?
We’ll take about five minutes at this time to prayerfully and thoughtfully respond. If you don’t have a form or a pencil, please raise your hand and a minister will get that to you.
Thank you. Please contact Patty or Anne or Gerardo or me or any staff member if you’d like to talk more about this. You may also respond on our website.
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Cuando San Pablo escribió su oda lírica al amor, no tenía en mente novias y novios de ojos estrellados ni un Día de San Valentín inminente. Fue escrito para una comunidad eclesiástica muy desordenada en Corinto, con sus disputas, facciones, y gente juzgando.
Todo fue culpa de Jesús. Ya con su discurso inaugural, los oyentes de Jesús estaban furiosos. Él dice que el amor y la misericordia de Dios llegan más allá de los israelitas a los gentiles. Tan radical, tan inclusivo era el amor que Jesús predicó y practicó, que quisieron arrojarlo por un precipicio. Los mensajeros modernos incitan reacciones similares cuando insisten en que el amor y la misericordia de Dios están igualmente disponibles para Cristianos, musulmanes, judíos y ateos, ricos, pobres, republicanos, demócratas, trumpistas, incluso sacerdotes.
Dondequiera que haya seres humanos, hay y siempre habrá diferencias, desacuerdos y divisiones. La respuesta no es fingir que no existen o esperar que simplemente desaparezcan, sino encontrar una manera de coexistir en ellos en el amor. Qué oportunidad tan increíble tenemos aquí en Ascensión. Con nuestras variadas culturas, idiomas, etnias, historias y perspectivas, podemos demostrar la herencia de amor que se nos ha confiado: no encerrarnos en nuestras órbitas separadas, sino buscar una comunión profunda y verdadera en medio de nuestra diversidad profunda y verdadera. El regalo que Ascensión ofrece al mundo cansado es el esfuerzo implacable del día a día para vivir el “camino más excelente”.
Entonces, ¿cómo “ser” una comunidad de iglesia multicultural profunda y verdaderamente diversa y amorosa? Por razones filosóficas, pastorales y prácticas, actualmente celebramos la Eucaristía de manera bilingüe, en español e inglés. En nuestras recientes discusiones del Sínodo, y en otras ocasiones, se ha planteado la cuestión de si las misas bilingües sirven mejor a nuestra comunidad y a todos sus miembros. Para ayudarnos a mí y a nuestro liderazgo parroquial a discernir el camino a seguir, hoy les pedimos que se tomen unos momentos para responder por escrito a dos preguntas:
1) ¿Cómo le ayuda a su oración nuestra misa bilingüe?
2) ¿Qué obstáculos le presenta para su oración nuestra misa bilingüe?
Nos tomaremos unos cinco minutos en este momento para responder con oración y consideración. Si no tiene una hoja o un lápiz, por favor levante la mano y un ministro se lo hará llegar. Si prefieres no escribir sino hablar con alguien después de la misa, por favor habla con Gerardo o conmigo después.
Gracias. Por favor, póngase en contacto conmigo, Patty, Anita, Gerardo o cualquier miembro del personal si desea hablar más sobre esto. También puede responder en nuestro sitio web.