The upstanding Pharisee in today’s gospel did everything right. But he also had the annoying habit of letting God and everybody know about it. The tax collector was equally off-putting, cooperating as he did with the Romans to exploit the poor. The critical difference for Jesus was the latter’s moment of clarity: “I am a sinner.” He knew where he stood.
The Latin word for “earth” or “ground” is humus, from which we get the word, “humility.” To be humble is to be grounded, accepting the truth of where we stand. That includes the honest recognition that we are sinners—not an act of self-shaming, but an acknowledgement of our humanness, our incompleteness, our needfulness: the awareness that opens us to what God provides, the prerequisite for exaltation. Humility also opens us to generosity. The humble don’t cling to what they possess, knowing that everything comes from the Great Giver.
In that spirit, I invite you to consider all that you have and offer what you can to Ascension. We need your prayer, your time and attention, and your financial contribution.
If you didn’t bring your completed stewardship commitment form which you may have received in the mail this week, please complete the form that is in your pew.
- Fill out a form even if you are on automatic withdrawal.
- If you are a visitor or not a registered member, filling out a form does not register you as a parishioner, but only indicates your contribution for the coming year.
- We’ll take a couple of prayerful minutes now to complete the form.
Thank you, thank you, thank you
***
El fariseo ejemplar en el evangelio de hoy hacía todo correctamente. Pero también tenía la molesta costumbre de hacer que todos lo supieran. El publicano era igualmente desagradable, cooperando como lo hacía con los romanos para explotar a los pobres. La diferencia crucial para Jesús fue el momento de claridad del publicano: “Soy un pecador”. Él sabía quién era y dónde estaba.
La palabra latina para “tierra” o “suelo” es humus, de la cual obtenemos la palabra “humildad”. Ser humilde es estar con los pies en la tierra, aceptando la verdad de quiénes somos y dónde estamos. Eso incluye el reconocimiento sincero de que somos pecadores, no como un acto de autocrítica, sino como un reconocimiento de nuestra humanidad, nuestra incompletitud, nuestra necesidad: la conciencia que nos abre a lo que Dios provee, el requisito previo para la enaltecernos. La humildad también nos abre a la generosidad. Los humildes no se aferran a lo que poseen, sabiendo que todo viene del Gran Dador.
En ese espíritu, los invito a considerar todo lo que tienen y ofrecer lo que puedan a Ascensión. Necesitamos su oración, su tiempo y atención, y su contribución financiera.
Si no trajo consigo un formulario de compromiso de corresponsabilidad completo, por favor complete el formulario que se encuentra en su banca.
- Complete un formulario incluso si se le hace un retiro automático de su banco.
- Si usted es visitante o no es un miembro registrado, llenar un formulario no lo registrará como miembro de la parroquia, sino que solo indicará su contribución para el próximo año.
- Tomaremos un par de minutos de oración ahora para completar el formulario, si usted está preparado para hacerlo.
- ¡Gracias, gracias, gracias!